El espíritu de Chiapas es envuelto y abrazado bajo el cobijo de la madre naturaleza, desde la costa con sus impresionantes manglares de 30 metros, hasta las montañas más altas, donde el bosque de niebla aguarda con su pacifico misterio. Esta tierra es bendecida con postales que tus ojos tienen que ver… Dirige tus pasos a las reservas naturales de Chiapas, prepárate para entrar en contacto con la naturaleza y observar la vida en su estado más puro, con suerte podrás conocer alguno de los auténticos moradores de estos santuarios, abre bien los ojos, prepara la cámara y pon atención, que en estás dos reservas naturales habitan especies que no podrás encontrar en ningún otro lugar del mundo.
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1.- La Encrucijada.
Este santuario costero cuenta con una amplia red de lagunas, esteros y canales donde se puede practicar un turismo respetuoso y de bajo impacto, con actividades variadas como el paseo en kayak a través de los túneles de manglar. En el recorrido se puede observar tortugas y quizá cocodrilos; todo mientras disfrutas de los hipnotizantes sonidos que el viento, las hojas y las aves producen en conjunto.
La Encrucijada está constituida por una serie de esteros, que desde los tiempos de nuestros antepasados han sido un importante punto de la ruta migratoria de aves acuáticas de Canadá y EE. UU., así como el hogar de especies en peligro de extinción y endémicas que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo, y que cualquier fotógrafo desearía poder retratar. Otro de los tesoros que esconde este laberinto verde son sus manglares de hasta 30 metros de altura, considerados los más altos del Pacífico Americano.
Un must para los amantes de la libertad es recorrer a pie su bosque, donde podrás entrar en contacto con las especies que aquí encuentran refugio. Este lugar de noche se transforma, por suerte se puede hacer camping, acostarse boca arriba en la noche para observar las estrellas es impresionante. Dependiendo de la temporada, podrías unirte a las caminatas guiadas hacia uno de los centros tortugueros de la zona y con suerte observar el nacimiento de algunos ejemplares.
La Encrucijada es el hábitat de distintos animales como el oso hormiguero, iguanas verde y negra, jaguar, cocodrilo americano, cigüeña americana, pericos ala amarilla y frente naranja, armadillos, zorra gris, boa, tortuga golfina, entre otras especies. Entre la flora del lugar podemos encontrar el famoso mangle rojo, con sus 30 metros de altura, pero también hay blanco y negro, además de botoncillo.
2.- El Triunfo
El viaje hasta la reserva es largo, resulta una experiencia inolvidable llegar al punto donde las alas de la blanca humedad envuelven la montaña y se derriten entre los árboles, desbordando el bosque e inundando todo con magia y vida. La Reserva de la Biósfera El Triunfo es hogar de un cuarto de las especies animales de México, incluyendo el majestuoso jaguar y el tierno mono araña.
Localizada en la parte central de la Sierra Madre de Chiapas, esta reserva cuenta con una superficie superior a 119 mil hectáreas donde alberga el poco común Bosque Mesófilo de Montaña, o Selva de Niebla y la Selva Tropical Húmeda del Soconusco, o bien, Selva Mediana. Este sitio es uno de los santuarios de aves más importantes de México, y el mayor captador de agua dulce de la región. El bosque de niebla de esta zona es considerado el más diverso del Norte y Centroamérica.
¿Alguna vez soñaste con un bosque? Es posible que aquel bosque se pareciera mucho a El Triunfo, el lugar es tan especial que la BBC lo calificó en 2015 como “el bosque más mágico del mundo” y “un espectáculo de vida”. Los altos niveles de condensación del agua generan una gran abundancia de vida. Entre sus habitantes se encuentre el Quetzal, ave de plumas color verde metálico, pecho rojo y una larga cola, así como el pavo de cacho, faisán de cuerno rojo o unicornio de niebla.