Esta no es la zona arqueológica más famosa de Chiapas, de hecho algunos la llaman “la ciudad perdida maya”, pero este detalle se suma a una serie de características que la vuelven sencillamente única, desde la forma de llegar hasta cómo la selva se ha apoderado del lugar y ahora conviven como uno solo. Este sitio igualmente resalta por su importancia para el estudio de la cultura maya, pues atesora algunos de los dinteles mejor conservados de su antiguo mundo. Visitar este lugar es comprar un ticket a la aventura y la nostalgia, caminar entre estos testigos del pasado rodeado de exuberante selva, con monos aulladores de fondo, volverá imposible el sentirte un explorador de la talla de Indiana Jones recorriendo tesoros arqueológicos; y aunque no te tope toparás con ninguna trampa letal escondida, si hay algunas cosas que te conviene saber antes de empezar una expedición a este remoto punto de Chiapas, así que pon atención a los siguientes 6 puntos, te serán de utilidad.

1.- La única forma para llegar a este lugar es por el río.

El embarcadero del que salen las pequeñas lanchas para llegar a Yaxchilán se encuentra en “Escudo Jaguar”, de donde se hacen aproximaciones 40 minutos de trayecto surcando en el Río Usumacinta, la barrera natural que divide México y Guatemala, de tal forma que al estar ahí, la selva que ves de cada lado del río pertenece a un país diferente. ¿Pensabas llegar en coche? Tendrás que replantearte esto, así como las cosas que deberás llevar contigo como agua, repelente para bichos, tenis y ropa fresca. 

2.- Te conviene hacer un tour desde Palenque. 

Si bien existen diferentes puntos de los cuáles salir, éste te permite enriquecer la experiencia conociendo también la Zona Arqueológica de Palenque, Bonampak y la Selva Lacandona, de tal forma que además de ser más económico podrás tener una visión mucho más completa de lo que lograron los mayas en la zona y de cómo viven el día de hoy sus descendientes. 

3.- Hay más de 120 construcciones 

Divididas en 3 grandes zonas, conectadas entre sí: la Gran Plaza, la Acrópolis Grande y la Acrópolis Pequeña.  A la Gran Plaza se accede a través del edificio 19, conocido también como “el laberinto'', a causa de la compleja distribución de sus cuartos. En los terrenos de la plaza se localizan el juego de pelota y pequeños conjuntos de edificios que, en algunos casos, parecen haber tenido la función de palacios. En varias de las construcciones se encuentran todavía los dinteles que narran la historia dinástica de la ciudad; destacan además los edificios 12 y 22. La gran estela 1 se yergue sobre la plaza mostrando al Pájaro Jaguar IV.

4.- Se puede pernoctar en la zona

Otra opción para volver esta experiencia más especial es pasar una noche en medio de la selva, existen opciones desde $315 pesos la noche como “Escudo Jaguar” y otras de $700 pesos la noche como “Nueva Alianza”, en todo caso esto es algo que te conviene reservar con anticipación.  Si nunca has estado una noche en medio de la naturaleza es una experiencia que recomendamos ampliamente. 

5.- El calor será intenso.

La selva genera gran humedad, que aunado a la temperatura de la zona lo vuelven un lugar caliente todo el año, tomar esto en cuenta es muy importantes pues normalmente para Chiapas la gente considera atuendo para ambiente frescos, pero nosotros te recomendamos traer zapatos cómodos y ropa ligera, incluso en invierno hace mucho calor.

6.- Es un lugar para la desconexión, prepárate 

No hay señal telefónica, ni cajeros, ni muchas otras cosas que nuestra vida actual trae consigo. Este es un lugar en el que los ruidos de la selva juegan con los silencios de una ciudad perdida para crear la atmósfera perfecta para una experiencia muy especial, ¿estás listo?