Chiapas es el Espíritu del Mundo Maya, por la presencia en su Cultura Viva y por el testimonio de su legado prehispánico.

Una gran manera de ponerse en contacto y sentir por completo la presencia de los antiguos habitantes es visitar sus ciudades, imaginar historias y aprender más sobre su cosmovisión y estilo de vida.

La sensación de estar frente a la evidencia de grandes civilizaciones del pasado es sumamente emocionante, y la intención de este blog es darte una idea del porqué tienes que agregarlas a tu recorrido por Chiapas.
 
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Palenque, un imperdible.

La Zona Arqueológica de Palenque es un sitio icónico del estado, y un lugar enigmático del Mundo Maya.

Uno de los descubrimientos que revolucionó la arqueología en México se dio al interior del Templo de las Inscripciones, con la tumba del gobernante Pakal.

El Templo de las Inscripciones, el Palacio, el Templo XIII con la Tumba de la Reina Roja y el Grupo de las Cruces completan lo hasta ahora conocido de esta ciudad custodiada por la selva.

La Zona Arqueológica de Palenque está a casi 300 km al noreste de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado de Chiapas, siguiendo por la carretera estatal núm. 199.
 
 

Yaxchilán, aventura sobre el río.

Llegar a Yaxchilán, es un recorrido fantástico para quienes soñaron encontrarse con una "ciudad perdida" resguardada por la selva.

Una vez que llegas a la población de Frontera Corozal, la ruta solo puede continuar a bordo de lanchas a través del Río Usumacinta, uno de los más caudalosos de México.

En tu recorrido, no dejes de explorar las fantásticas estructuras que conforman el Laberinto, el Juego de Pelota y la espectacular Acrópolis, uno de los verdaderos triunfos de la arquitectura prehispánica en Chiapas.

Te recomendamos la vista desde la Estructura 33, sobre la vasta vegetación selvática, y a lo lejos, puedes vislumbrar el increíble Petén guatemalteco que parece perderse en el horizonte.

Yaxchilán se localiza a aproximadamente 150 km al sureste del pueblo de Palenque, siguiendo por la carretera núm. 307, tomando la desviación correspondiente a la altura del poblado de Frontera Corozal.

Bonampak, muros pintados.
Aunque la comunidad de la Selva Lacandona conocía esta ciudad, esta antigua urbe del Mundo Maya se abrió al público hasta 1946, así el mundo pudo apreciar las pinturas murales realizadas entre los años 790 y 792 d.C.

La ciudad fue abandonada un poco tiempo después y los murales nunca fueron completados. Las pinturas describen escenas de celebración y ascenso al trono, guerras y actos de autosacrificio, lo cual revolucionó la idea de que los mayas eran una cultura netamente pacífica. Un conjunto por demás interesante que, sin duda, conforma el tesoro más valioso de esta ciudad cuyo nombre significa, precisamente: muros pintados.

Bonampak se localiza en el municipio de Ocosingo, Chiapas, aproximadamente a 138 km al sureste de Palenque, siguiendo por la carretera núm. 307.

 
Toniná, Casa de Piedra.

Toniná está en lo alto de una montaña artificial y construida en la parte norte del valle de Ocosingo, se alza este bastión militar maya.

Aquí puedes observar representaciones de guerreros y cautivos “tallados en las rocas y recubiertos con estuco”, que decoraban los templos y edificios más destacados de esta milenaria metrópoli indígena que tuvo su época de esplendor hacia el siglo VII d.C.

En esta “Casa de piedra” o “Lugar donde se levantan esculturas en piedra en honor del tiempo”, como lo indica su nombre en lengua maya, también podrás explorar las siete plataformas que conforman su Acrópolis.

Los templos más notables llegaron a alcanzar una altura de 70 metros; todo un triunfo para la ingeniería y arquitectura de la época del clásico maya.

Toniná se localiza a aproximadamente 12 km al este de la población de Ocosingo y a 133 km al sur de la zona arqueológica de Palenque, siguiendo por la carretera federal núm. 199.
 

Chinkultic, agua y selva.

Sobre lo alto de una colina alta se levanta esta antigua ciudad maya, que en su lengua significa “Pozo escalonado”.

Quizá se deba a una serie de depósitos de agua natural, visibles desde lo alto de la Acrópolis o “Grupo A” o el cuadrángulo del grupo B, repartidos en los más de tres kilómetros cuadrados que comprenden la zona explorada por los arqueólogos en Chinkultic.

Esta Zona Arqueológica no es la más conocida del Mundo Maya, pero es imposible no emocionarse con sus inscripciones jeroglíficas y sus tres maravillosos cuerpos de agua, que durante el clásico tardío sirvieron para dotar del vital líquido a los habitantes de esta notable ciudad-estado: el cenote azul, al norte; la laguna de Chanujabab, al noreste y la de Tepancuapan, al noroeste. 

Chinkultic se localiza a aproximadamente 49 km al este de Comitán de Domínguez, siguiendo por las carreteras núm. 190 y 307.

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Nos vemos en el próximo blog o mejor aún, aquí en Chiapas.