Chiapas es un estado rico en todo sentido, y como ejemplo de ello tenemos su gastronomía, naturaleza, arte y Cultura Viva que ha encontrado en la artesanía un medio para dar testimonio de su cosmovisión, entrelazando expresiones artísticas con la identidad de sus pueblos, su tierra y sus sueños.

Los maestros artesanos transforman la materia con sus manos, dándole a los objetos vida, color y corazón que bien pueden exhinbirse en un museo o estar presentes en una casa, como la memoria de un gran viaje e incluso al mismo tiempo como objeto útil y decoración. 

Te contamos un poco sobre unas y unos de los varios talentosos artesanos que usan sus creaciones como portavoces de una rica herencia ancestral.

Juana Gómez, Amatenango del Valle.

En un un pueblito a la mitad del camino entre Comitán y San Cristóbal de las Casas, espera Amatenango del Valle, donde los jaguares nacen de la tierra, del fuego y de prodigiosas manos. Donde el conocimiento del manejo del barro se trasmite de generación en generación, así como su buena fama sobre la destreza con que sus artesanas elaboran ollas, cántaros y macetas tradicionales, como se ha hecho desde hace muchos años.

Pero también es un pueblo que vio crecer a una niña que a los 12 años rompió el molde y creó los jaguares de barro que hoy son un ícono del lugar. Esta niña hoy es una maestra artesana, llamada Juana Gómez Ramírez, quien dio vida a los dioses felinos de la cultura maya representantes del día y la noche.

Puedes contactarla para conocer más de sus productos y adquirirlos aquí.  

Antonio López Hernández, Chiapa de Corzo.

Don Antonio ha trabajado como artesano tallador en madera, enfocado al rescate de técnicas tradicionales para el pulido y la decoración de las máscaras de parachico, además de elaborar y restaurar imágenes religiosas para diversos poblados del estado de Chiapas.

Ha participado en diversas actividades organizadas por varias instituciones de arte, cultura y educación a nivel estatal, nacional e internacional. En su pueblo lo visitan reporteros y periodistas de diversos medios de difusión impresos y electrónicos nacionales e internacionales.

A lo largo de su trayectoria ha recibido diversos premios y menciones en reconocimiento a su trabajo, entre los que se cuentan primer lugar en el Concurso de Máscaras organizado por el Museo Nacional de Artes e Industrias Populares. Fue seleccionado en una eliminatoria nacional para participar en el congreso internacional de artesanos realizado en Tokio. Recibió un reconocimiento por su labor de mantener vivas las tradiciones, otorgado por el club de rotarios de Chiapa de Corzo.

Gustavo Morales Morales, Berriozábal

Berriozábal es un municipio que está a 48 minutos de Tuxtla Gutiérrez, donde decenas de habitantes se dedican a la confección de hamacas, un objeto muy representativo del lugar, tan es así que en la entrada del pueblo te recibe una estatua en honor al trabajo de sus artesanos.

Se dice que la estatua tomo como molde al Señor Gustavo Morales Morales, quien comenzó a tejer hamacas en 1951, a la edad de 15 años, pero aprendió a torcer el hilo de ixtle, fibra del maguey, mucho antes de eso, viendo a su padre y tías trabajar desde muy pequeño.

Durante el 2020 Gustavo Morales Morales fue reconocido como Tesoro Humano Vivo de Chiapas y Guardián del Patrimonio Inmaterial, gracias a su labor manteniendo viva la rica tradición del hilo de ixtle.

Juana y Catalina Pérez, Zinacantán

Zinacantán es un municipio de rica herencia tsotsil, reconocido por su floricultura, fiestas y sus artesanías textiles, elaboradas en el ancestral telar de cintura.

Esta técnica aprendida de generación en generación, es la clave para transformar los hilos en bordados que reflejan los colores y la vida de esta comunidad chiapaneca.

Los textiles que Juana y Catalina trabajan, junto a un grupo de artesanas de su pueblo, son el fruto de una exquisita mezcla de culturas, técnicas y aspectos sociales de este pueblo.

Puedes comunicarte con las artesanas para adquirir sus obras al número 961 194 0583.

Arani Husmann, Zinacantán / San Cristóbal de las Casas.

La tradición, como la cultura de Chiapas se mantiene siempre viva gracias a la transmisión de conocimientos a nuevos talentos, como Arani Husmann, uno de los chiapanecos jóvenes más reconocidos en el ámbito de la alfarería. 

Arani o el "Señor de los Venados", adquirió los conocimientos sobre la disciplina del barro en Huaquechula, Puebla y actualmente imparte talleres en San Cristóbal de las Casas para inspirar a todas las personas a conocer más a fondo el arte que nace de la tierra, con su obra y su manera de ver la vida.

Puedes conocer más sobre su obra aquí.

Los anteriores son solo algunos ejemplos, que demuestran que el legado artesanal de Chiapas está en buenas manos.

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