Los maestros artesanos transforman la materia con sus manos, combinando y entrelazando elementos de su vida con los de la naturaleza, agregando un toque único de creatividad, inspiración y corazón, logrando como resultado creaciones sublimes, artesanías que trasciende a obras de arte, que bien merecen un lugar en museos.
Algo que no pasará desapercibido en tu recorrido por Chiapas es su gran riqueza cultural, misma que se plasma con las manos de talentosos creadores.
Te contamos sobre algunos maestros artesanos que además de dominar su oficio a la perfección, proyectan en sus piezas tradición, cosmovisión e historia, atreviéndose a experimentar y reinventarse, sin dejar de lado su rica herencia.
Gustavo Morales Morales, Berriozábal
Berriozábal es uno de los pueblos más cercanos a la capital chiapaneca, donde decenas de habitantes se dedican a la confección de hamacas, incluso en la entrada una estatua refleja a sus artesanos, los hamaqueros… Y por lo que se cuenta, Gustavo Morales Morales es el artesano que se representa en dicha estatua, según él, quizá no sea el mejor hamaquero de la región, pero sí el más viejo.
Don Gustavo comenzó a tejer hamacas en 1951, a la edad de 15 años, pero aprendió a torcer el hilo de ixtle, fibra del maguey, mucho antes de eso, viendo a su padre y tías trabajar desde muy pequeño. Posteriormente lo enseñaron a hilar, pintar y tejer, para luego salir a vender. La familia Morales desde siempre se ha dedicado a la producción de hamacas, lo que ha ganado el reconocimiento del pueblo. Durante el 2020 Gustavo Morales Morales fue reconocido como Tesoro Humano Vivo de Chiapas y Guardián del Patrimonio Inmaterial, gracias a su labor manteniendo viva la rica tradición del hilo de ixtle.
Juana Gómez Ramírez, Amatenango del Valle
Es en Amatenango del Valle, un pueblo a la mitad del camino entre Comitán y San Cris, donde el conocimiento del manejo del barro se trasmite de generación en generación. Esta comunidad es famosa por la destreza con que sus artesanas elaboran ollas, cántaros y macetas tradicionales, como se ha hecho desde hace muchos años, hasta que un día al tener Juana 12 años, dejó volar su imaginación y brotó entre sus manos un jaguar.
Juana Gómez Ramírez cuenta que este hermoso animal es un dios en la cultura maya, para sus ancestros el jaguar blanco representaba al día y el negro a la noche. “Por eso los hago y siento su energía cada que trabajo sus formas entre mis manos. Nunca he visto un jaguar vivo, solo en mi imaginación o en los libros. Por eso todas mis piezas son diferentes”. Como si fuera magia, ella va delineando la figura del jaguar sin un molde, su destreza e imaginación son lo que le da vida al felino, mismo que aparece en otros objetos como las ollas de la alfarería tradicional, en donde Juana añade el rostro de la deidad con flores de girasol.
Puedes contactarla para conocer más de sus productos y adquirirlos
aquí.
Juana y Catalina Pérez, Zinacantán
Zinacantán es un pueblo rodeado de cerros, flores y colores, con una rica herencia tsotsil, donde aún se encuentra profundamente arraigada la costumbre de elaborar detalladas piezas en telar de cintura, cuya técnica consiste en emplear dos tiras horizontales y paralelas sujetadas por correas, que se colocan en los extremos de la urdimbre. La correa superior se fija a un elemento vertical, normalmente a un árbol, mientras que la inferior se coloca mediante otra correa alrededor de la cintura de la tejedora. Con esta técnica transforman en lienzos los hilos que son bordados en bellas obras que reflejan su vida.
Los textiles que Juana y Catalina trabajan, junto a un grupo de artesanas de su pueblo, son el fruto de una exquisita mezcla de culturas, técnicas y aspectos sociales de este pueblo. Sus características más palpables son que siempre llevarán los colores morados, púrpuras, rojos y azules, no pueden faltar entre sus elementos flores bordadas, por ser un pueblo floricultor y tener la firme convicción de que los ancestros desde los montes bendicen este trabajo convirtiendo a las flores en seres personificados. Puedes comunicarte con las artesanas para adquirir sus obras al número 961 194 0583.
Alberto López Gómez, Aldama
En Aldama, la actividad económica principal es la milpa en el campo y en los hogares el tejido de los textiles. Alberto López Gómez creció aquí, siguiendo costumbres arraigadas donde los roles de género dictan las actividades de la comunidad. Constantemente tuvo la curiosidad por trabajar el telar, pero las costumbres se lo impedían, hasta que a los 25 años decidió romper con lo establecido y pidió a su madre que le regalara este conocimiento, consiguiendo integrarse a un grupo conformado por hermanas, tías, sobrinas y por supuesto, su mamá, creando una comunidad que hilo a hilo va tejiendo la cosmovisión de su cultura.
El arte y la visión artística son herencia de sus ancestros, y de lo que han aprendido de la naturaleza: el lienzo central, representa la madre, ahí es donde surge el universo, se acompaña de las estrellas, de murciélagos, serpientes y del Señor de la tierra. Las mangas son los hijos, simbolizando las montañas, el maíz y la formación de las cruces, tejido por el cual se ha reconocido a nivel internacional.
Alberto López superó los estereotipos y creó su propia marca
K´uxul Pok´, que en lengua tsotsil significa “prenda viva”. La marca ha crecido tanto que actualmente coordina una red de 150 tejedoras originarias de la comunidad de Aldama, su pasión por rescatar estas técnicas ancestrales y apoyar a sus compañeras tejedoras lo han llevado a ser invitado al
American Indian Fashion Through the Feathers, organizado por la compañía
New York City Fashion Week y a la tercera conferencia de México en la Universidad de Harvard.
Aquí puedes encontrar su Facebook.
Victoria Hernández, San Juan Cancuc
La cabecera de San Juan Cancuc es pequeña en comparación a otras regiones tseltales, rodeada por un prominente paisaje montañoso, que a pesar de la cercanía con pueblos vecinos que comparten vocación, ha sabido desarrollar sus propios diseños textiles, sobresaliendo un rectángulo de color liso que entreteje franjas verticales de colores que se combinan para formar un tablero, con un patrón preciso de color que es tan complejo como radiante. Es aquí donde creció y actualmente vive Juana Victoria, maestra artesana de textil que desde los 8 años aprendió el telar de cintura, los brocados y bordados.
Victoria coordina un grupo de artesanas, ellas distribuyen directamente en su tienda ubicada en San Juan Cancuc llamada X-Chilul Pak’, donde se podrás encontrar huipiles, fundas de almohada, baberos, bolsas de tortilla, entre muchas otras cosas. Si bien trabajan técnicas de antaño; sus diseños dan constancia de la capacidad dinámica del objeto textil, “
Me gusta hacer cosas diferentes y nuevas, en parte porque he tomado talleres de diseño y colores y esos talleres ayudan a mis compañeras artesanas y a mí a mejorar” comenta Juana Victoria, puedes contactarla al 961 129 5869 o
aquí te compartimos su Facebook.