Sentadas de niño


24 de Diciembre

Chiapas

En Chiapas, las tradiciones son parte fundamental de la identidad cultural de sus comunidades. Entre ellas destaca la práctica de nacer, vestir y sentar al Niño Dios, una celebración de herencia católica que forma parte esencial de las festividades de fin de año y principios de febrero.

La nacida del Niño Dios representa simbólicamente el nacimiento del Niño Jesús. Esta tradición inicia con la pedida de posada, donde un grupo de personas —los “peregrinos”— entona letanías para solicitar albergue a los “posaderos”, recordando el recorrido de María y José en búsqueda de un lugar para el nacimiento de Jesús. Al ingresar al hogar del anfitrión, la imagen del Niño Jesús es colocada en un lugar destacado del hogar donde lo espera el pesebre, junto a María, José y las demás figuras tradicionales.

La celebración continúa con rezos, cantos, encendido de velas y culmina con piñatas, comida, mistela y ponche. Como parte de la hospitalidad chiapaneca, se ofrece la hojuela, un dulce típico preparado con masa fina frita y acompañado de miel, azúcar o temperante. De acuerdo con la tradición, el Niño Dios nace el 24 de diciembre.

El 2 de febrero, Día de la Virgen de la Candelaria, se lleva a cabo el vestir y sentar al Niño Dios, conmemorando los 40 días posteriores a su nacimiento. Familia, amigos y vecinos se reúnen para participar en rezos, cantos y celebraciones que incluyen velas, cohetes y la degustación de café, champurrado y tamales típicos de esta fecha. Con este acto concluye el ciclo festivo y se guardan las figuras del pesebre.

Las imágenes del Niño Jesús poseen un profundo valor afectivo y espiritual. Son heredadas de generación en generación, conservadas y restauradas con dedicación, pues representan el legado familiar y la continuidad de una tradición que forma parte del patrimonio cultural de Chiapas.

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