A 50 kilómetros y en medio de un paisaje sorprendente de llanos, lagunas y montañas, se levanta el casco de esta antigua hacienda del siglo XIX, convertida actualmente en parador museo. La casa grande es una construcción típica de piedra y barro con arcadas de madera. Cada una de sus habitaciones posee muebles antiguos que crean atmósferas evocadoras.