Fundada entre 1680 y 1767, por le jesuitas, que posteriormente pasaron a depender de la catedral. En la actualidad no queda nada del colegio, en la actualidad se encuentra la escuela de la Facultad de Derecho, en el interior hay murales firmados por Carlos Jurado. La iglesia fue modificada en su interior, para servir de auditorio. Su singular fachada principal destaca el uso de plaquetas de argamasa sobre los cuerpos de lo que fueron las torres. En la parte superior aún se pueden apreciar restos de lo que parecen tres corazones del mismo material.