Esta Área Natural Protegida fue declarada el 23 de septiembre de 1998, con una extensión de 3,847.41 ha, con la finalidad de conservar la biodiversidad, sus sistemas naturales y las complejas relaciones ecológicas, así como proteger la importancia cultural de las tradiciones y el conocimiento de la etnia lacandona, la cual subsiste en el lugar por la convivencia armónica que practican con el ambiente.
La estrecha relación que el grupo indígena de la Subcomunidad de Nahá ha mantenido con el ambiente, ha marcado la pauta para el desarrollo y la organización social. Los lacandones mantienen una cosmovisión centrada en la naturaleza. La protección del área fue resultado de la preocupación de sus pobladores, ante la destrucción de los recursos naturales, principalmente por las invasiones a su territorio.
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