La alfarería de Chiapas data de la época prehispánica cuando se sentaron las bases de la riqueza técnica y estética. La técnica más utilizada es la del modelado a mano y la quema a cielo abierto; además del uso del torno, los moldes y el pastillaje. Es común usar el barro natural para los terminados, aun cuando también se emplean los decorados con engobes minerales, el bruñidor y el esgrafiado.
Amatenango del Valle destaca por su alfarería cocida a cielo abierto. Las grandes ollas y el más variado catálogo de figuras animales son algunos de los productos más destacados. También hay alfarería en Chamula.