Sobre una serie de colinas calizas y en medio de la presencia de tres importantes depósitos de agua —el cenote Azul y las lagunas Chanujabab y Tepancuapan—, se erigen los cuatro núcleos principales que conforman este sitio maya, en donde se veneraron las deidades acuáticas y solares.
Su apogeo se inscribe durante el periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.) pero al igual que otros lugares de la zona, su ocupación llegó hasta fines del Posclásico Temprano, hacia 1200 de nuestra era.
De Comitán a 33 km, por la Carretera Federal No. 190, que conduce a La Trinitaria. Se continúa por la carretera al Parque Nacional Lagunas de Montebello hasta llegar al poblado Hidalgo, desde donde parte un camino con rumbo norte que conduce a la zona arqueológica.
Lunes a Domingo de 08:00 a 17:00 horas
Entrada libre. Cuenta con sanitarios, custodia, áreas de descanso en el módulo de servicio. Por el momento no hay cuota de cobro.
El INAH recomienda llevar ropa cómoda, disposición para caminata y ascenso a la Acrópolis. Sombrero y repelente de mosquitos, binoculares, agua. No hay tienda cercana más que en el ejido. En épocas de fuertes lluvias (agosto-octubre) crece el río por lo cual en algunas ocasiones no se puede llegar a la Acrópolis.